Mapas sin territorio

vistas exposición Ciudadela de Pamplona 2014

Los dibujos, o mejor, los papeles presentados en “Mapas sin territorio”, son una serie de trabajos de gran formato, en algunos casos superior a los 200cm, con manchas de acuarela y líneas de rotuladores con un grosor de 0,6 o 0,7 mm. Son trabajos un tanto formalistas, variedad y repetición, “principios del arte”, es con seguridad lo que menos me interesa, tampoco me interesa que sean abstractos, podrían no serlo. Mi relación con estos trabajos, una relación física, donde las líneas acaban en función del largo de mi brazo, donde las líneas del pincel acaban donde se agota el agua en estos, según la calidad del pigmento de la acuarela, ha supuesto una vuelta a la pintura después de más de 20 años, por lo menos a una pintura gestual, visceral, irracional, sin proyecto, sin argumento, porque no tengo ganas de justificar nada, al revés, lo que quiero es hacer, producir, algo liviano, ligero, como un papel con acuarelas y rotuladores, para no poder borrar.

En la actualidad sigo con grandes papeles completamente pintados con acuarelas, siempre con el mismo pincel de 15mm, líneas, perfectamente superpuestas. No creo que ni uno solo de los dibujos que presenté en esta exposición este acabado. Incluso en un par de ellos he vuelto a trabajar por encima. Creo que la pintura es algo muy complicado, que contar con un medio como la pintura, y con una historia como la de la pintura, sin que se convierta en un panfleto o en un absurdo trabajo estético formalista.

Pero sigue habiendo trabajos, como los de la suiza Silvia Bächli, que me maravillan por lo simples, subjetivos, absurdos y personales. 4 líneas y un papel blanco. Desde hace bastantes años, sobre todo desde que comencé con las fotos de “cielito lindo” en 1994, y antes con “Demuestrario” 1992-1993, mis trabajos se basan en un juego de complicidad con el espectador, mostrar algo de una manera inconclusa para que el espectador la complete, “se tu non arrivi, non esisto” Javier San Martín, de Marcel Duchamp, lo dudo, de Ornella Vanoni?, probablemente. En el crucigrama de “merci” 2014, se convierte en un juego literal, pero en todas mis obras hay algo de “merci”.